MINIMALISMO EN LA ARQUITECTURA

MENOS ES MÁS

Hoy día, inmersos es una sociedad capitalista y de consumo, son cada vez más frecuentes las corrientes que abogan por el minimalismo como forma de vida, una vuelta al equilibrio y la sencillez.

Pero esta tendencia, ahora tan de moda, ya se instauró en el mundo de la arquitectura hace varias décadas, el minimalismo arquitectónico nace a finales de los años 60 en Nueva York y alcanzará su madurez en los 80, en Europa, de la mano del maestro alemán Mies van der Rohe, con su manifiesto “MENOS ES MÁS”.

El minimalismo en la arquitectura trata de reducir la expresión material a lo esencial, donde, “todo es parte de todo”.

Los cánones sobre los que se sustenta el minimalismo son:

      –   La importancia del todo sobre las partes

      –   Formas simples y geométricas, abstracción

      –   Uso de materiales industriales de manera neutral

      –   Austeridad en la ornamentación

      –   Precisión en los acabados

      –   Colores puros

El minimalismo otorga una gran importancia al espacio, apuesta por los espacios amplios, altos y libres, con especial atención en las formas puras y simples, todo dentro de un contexto funcional equilibrado. Serenidad y orden frente a exceso y contaminación visual. Cada elemento está pensado para combinar y formar parte de un todo.

Los materiales son otro de los puntos claves, usados en su estado natural, mínimamente manipulados: madera, cemento pulido, vidrio, alambre de acero y piedra serán los más usados.

Aboga por la monocromía, hegemonía del blanco en todas sus tonalidades, dejando el toque de color a los accesorios, romper esa austeridad con pequeñas pinceladas de color, como podría ser introduciendo un sillón amarillo o una alfombra roja.

Esta arquitectura es símbolo de lo moderno, la arquitectura de nuestro tiempo. Al contrario de lo que pueda parecer, no se trata de una arquitectura fría, sino todo lo contrario, es esencialmente humana, poniendo la mirada en la naturaleza y la luz. Es reflexiva y funcional, sin pretensiones frívolas y, por su propia concepción, es duradera y atemporal.

Te invitamos a que te intereses un poco más por esta arquitectura, que seguramente te sorprenda. Te dejamos algunos ejemplos para que vayas abriendo boca:

Pabellón de Barcelona (1928-1929) / Mies van der Rohe

 

Casa Farnsworth (1946-1950) / Mies van der Rohe

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>